Sunday, April 09, 2006

Publicidad Racista


Por Vanessa Verastegui Ollé
Integrante de la Mesa Contra el Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
Estudiante de Posgrado de la especialidad de Antropología de la Pontificia Universidad Católica



Anteojeras racistas… ¿Por qué no se quiere ver al “otro”?

Para los que se sienten solos caminando en las calles de la ciudad de Lima o, simplemente, en algún pueblo del interior del país, inmersos en una marea de cabelleras negras, los integrantes de la Mesa contra el Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos humanos decidimos convertir los martes del pasado mes de marzo en los días antirracistas, aprovechando que el 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Y es que, como dijera el psicoanalista Jorge Bruce en su disertación del martes 7 de marzo, inaugurando este ciclo de conferencias, la alucinación negativa -citando al palestino Edward Said- nos permite invisibilizar al “Otro”, es decir, no estamos dispuestos a ver a aquellas personas que presentan cabellos negros, mestizos de rasgos andinos o afrodescendientes, puesto que en el imaginario social se encuentra el paradigma de la “raza blanca” en contraposición a la alucinación positiva, la cual sí nos permite ver, en la ficción, lo que no existe. Un ejemplo clarísimo es la actitud indiferente de los ciudadanos limeños ante las muertes y desapariciones de campesinos, nativos y quechuahablantes en los pueblecitos recónditos del interior del país entre los años 1980 y 2000. Tuvo que suceder la tragedia de Tarata para darnos cuenta de que el Perú era tierra de nadie, debatiéndose entre bombas y fusiles.
Después de varios plantones en las discotecas de “gente linda” de la urbe capitalina, en donde no se admite a los personajes Charlies “Browns” – para hablar en jerga fascista- por no decir personas morochas u oscuras, tal como alguna vez se señalaba en una tarjeta de promoción de cierta discoteca del distrito de Barranco; esta vez, nos atrevimos a invitar a intelectuales, activistas y otras personalidades que han estudiado el tema del racismo en el Perú o que, de algún modo, lo tratan directa o indirectamente a través de su quehacer laboral -como publicistas o guionistas de medios de comunicación- para reunirlos en un evento de nivel académico

El éxito de los “4 Martes Antirracistas”, título de este ciclo de conferencias realizado en el Centro Cultural de España, nos confirma que el público asistente es consciente de que el racismo es una problemática social que nos afecta muchísimo y, por ello, desea reflexionar sobre los factores estructurales e históricos que hacen del Perú un país racista y excluyente desde los tiempos en que Colon pisó tierra americana, momento en que el “nosotros europeo” descubre al diferente, al “otro”.

El evento se inició el día 7 de marzo con las exposiciones del antropólogo e historiador Carlos Callirgos, el psicoanalista Jorge Bruce y el sociólogo Juan Ansion, quienes abordaron el racismo desde todos sus ámbitos de manifestación, dada su transversalidad: educación, medios de comunicación, economía y política. Sobre estos últimos temas las ponencias estuvieron a cargo del antropólogo Carlos Iván Degregori, Marcel Velásquez, el actor Rafael Santa Cruz, la congresista Paulina Arpasi y el guionista del director Michael Gómez, Eduardo Adrianzén, entre otros. No obstante, sin duda, el martes 21 de marzo fue el día en donde acudió una cantidad mayor de interesados, muchos de ellos periodistas en su afán de obtener la primicia ¿quién será el discriminador que se llevará este año el antipremio? El secreto no tardó en revelarse y una botella de la empresa Bakus posó para todos los flashes de las cámaras como el símbolo del emporio racista en nuestro país, por su insistencia en presentar en sus spots publicitarios a modelos cuyos fenotipos están bastantes lejos de la realidad nacional, además de presentarlas solo como objeto de deseo.

A su vez, se premió al conocido director Michael Gómez, por su trayectoria en la producción de series televisivas que evidencian el racismo y la exclusión social; quien además apuesta por que sus personajes sean interpretados por actores de la diversidad fenotípica que caracteriza al Perú.

Las menciones honrosas les correspondieron a tres estudiantes del Colegio Newton, de entre 8 y 10 años de edad, aproximadamente, por su contribución a la lucha contra la discriminación racial, quienes demostraron interés al acercarse por iniciativa propia a la Mesa Contra El Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y, por realizar acciones en su entorno escolar sobre el particular.
Justamente, la presencia de los niños en el auditorio en un lugar destacado dio lugar a un impasse. A los organizadores del evento nos tildaron de racistas por haber reservado la primera fila a los niños de cabellera rubia. Felizmente, el incidente no llegó a mayores, sin embargo nos hace pensar que el racismo no solamente se manifiesta en sectores blancos y acomodados. El “Racismo al revés”, es decir de sectores populares hacia estos últimos y hacia uno mismo, serán los próximos temas que la Mesa Contra el Racismo pondrá en agenda y en reflexión.